
Visita de dos viejos amigos en la larga caminata de las artes marciales. Es algo emblemático que nuestro punto de llegada en la madurez haya sido dentro del Enshin, tal vez por casualidad pero tal vez no. Es una pregunta que todos los que practican nuestra disciplina deben preguntarse. ¿Por qué Enshin? En seguida les presento a dos grandes luchadores.

Jorge Vásquez es uno de esos amigos que se hacen sin querer pero que finalmente terminan siendo entrañables. A pesar de que los alejamientos y acercamientos se dieron por un deseo personal de descubrir cada uno su propio camino en las artes marciales, terminamos volviéndonos a encontrar ya en otra etapa de nuestras vidas donde no sólo la marcialidad importa sino también lo que somos por dentro: la persona. La vida suele premiarnos en algunas oportunidades y esta vez siento que es una de ellas. Los padrinazgos no son gratuitos y también todo un reto de vida.

Lo maravilloso de vivir en el camino de las artes marciales, más allá de la escuela o la especialidad en la que uno haya iniciado su camino, es el reconocerse en el espíritu, la perseverancia y el respeto. Aquí estoy junto a un viejo compañero de otras artes Fernando Noda quien habiendo llegado a los grados más altos en otra disciplina no tuvo reparo alguno en volver al enigmático cinturón "blanco" dentro del camino del Enshin, lo digo porque finalmente es un color que podría estar escondiendo otros colores como el de mi amigo Fernando.